Gran parte de los grandes y exitosos empresarios poseen hábitos que a simple vista pudiesen ser considerados una excentricidad, tal es el caso de Mark Zuckerberg, quien día a día viste usando ropa con distintas tonalidades de gris azulado. Pero esto no es una simple excentricidad, es un hábito que comparte con muchos otros empresarios y que le permite comenzar el día de manera rápida y sin tener que dedicar tiempo a pensar en cómo combinar sus prendas. De la misma forma, existen múltiples otros hábitos que son comunes a gran parte de los líderes de las empresas más exitosas del siglo XXI, hábitos que podrás encontrar en el siguiente artículo para ajustarlos a tu vida y mejorar en tu negocio.
Descansa y ten tiempo para ti mismo
Un cuerpo y una mente sanos son fundamentales para desempeñarte al máximo de tu potencial. Respeta tus horarios de sueño, no duermas más de lo necesario ni pospongas tu tiempo de descanso. Tu cuerpo requiere descansar y recuperarse tras un día de trabajo y dormir lo suficiente te ayudará a mantenerte sano, tanto mental como físicamente. De la misma forma que respetas tu horario de sueño debes respetar tu horario para levantarte. Cada minuto de productividad debe ser aprovechado, posponer la alarma solo retrasa lo inevitable. Por otra parte, procura mantener una dieta balanceada. Tu cuerpo necesita nutrientes para desempeñarse de forma adecuada y dietas desequilibradas tienden a generar problemas a largo plazo. Práctica algún deporte o actividad de relajación en la que tu cuerpo sea el principal protagonista, esto te permitirá sentirte mejor, más relajado y con confianza. Dedica tiempo a aprender algo nuevo: lee diariamente cualquier información respecto a algo que consideres interesante y no olvides compartir el tiempo libre con tus seres queridos,
Orden, disciplina y organización
Trabajar en un entorno ordenado y limpio permite a tu mente concentrarse de manera más efectiva, pues el orden y la limpieza generan una sensación de bienestar. Evita grandes concentraciones de ruido y otras distracciones, el entorno en que trabajas tiene gran influencia sobre tu desempeño. Ten la disciplina para decir que no cuando sea necesario, establece tus límites entre lo profesional y lo personal. Ten disciplina también para no postergar aquellas tareas tediosas y/o difíciles. Otro de los hábitos más comunes entre los exitosos empresarios es una organización del día: planifica tu día y previsualiza las tareas que debes realizar. No es necesario que te llenes de actividades para el día, basta que plantees tres objetivos que cumplir a lo largo del día y que deben haber sido llevados a cabo para cuando termine la jornada. Tener claridad al respecto te permitirá tener la mente centrada y sin distracciones respecto a tus tareas.
Deja de complicarte y confía en tu equipo.
Reduce las decisiones triviales a lo largo de tu día, esto te permitirá centrarte en otros objetivos que consideres realmente importante. Busca las soluciones simples a tus problemas, generalmente serán las que tengan mayor probabilidad de éxito y requieran menos recursos. Asimismo, debes aprender a confiar en tu equipo. No todas las decisiones deben pasar por tus manos, ni eres el único capaz llevar a cabo una actividad. No solo tienes que reducir las decisiones triviales en tu vida, sino que además debes aprender a dejar aquellas actividades que si bien son relevantes pueden ser resueltas por otros miembros de tu equipo. Delega actividades a tus colaboradores, entrega responsabilidades. Aprende a escuchar a tu equipo, no te cierres y atiende las necesidades de quienes te rodean. Aprende a aceptar críticas de tu equipo y valora las opiniones y consejos que te entregan, así estarás ayudando a la empresa y a los miembros de tu equipo a crecer.
En pocas palabras debes buscar sentirte cómodo tanto en lo físico como en el ámbito psicológico, mantenerte activo, generar y mantener un ambiente de trabajo adecuado y aprender a trabajar con tu equipo. De esta manera tanto tú como tu empresa podrán seguir creciendo.